Este sábado tuvimos la boda de Leticia y Javier. Ambos querian vestirse en su casa pero no querian verse hasta el momento de la ceremonia para causar la mayor emoción y, aunque tuvimos que hacer malabares para que no se encontraran por los pasillos, conseguimos que no se vieran y de este modo, no pudieron contener la emoción y se escapó alguna lagrimilla cuando se vieron frente a frente. Hemos de decir que aunque fue una boda muy íntima y con solo unos pocos allegados, estuvo cargada de muchas emociones.